Me pregunto cuánto tiempo pasará antes de que haya un obispo liberal Eamonn
En la segunda mitad del siglo XIX, paradójicamente, las justificaciones morales del Imperio desaparecieron del primer plano de los debates sobre la naturaleza y la finalidad del gobierno imperial. En el apogeo del poder imperial británico, una teoría de la legitimidad imperial orientada hacia la ética, ejemplificada en el modelo liberal del Imperio que se había hecho prominente en el discurso imperial británico desde principios del siglo XIX, retrocedió en importancia política.
Desde los orígenes del Imperio en la India, los principales pensadores políticos británicos se esforzaron por dar sentido al carácter «extraño» y «anómalo» del gobierno británico en la India [1] y por construir un marco políticamente legítimo y moralmente justificable para el gobierno imperial. La India británica se consideraba una formación política contradictoria y sin precedentes; en palabras de Henry Maine, era un «experimento de lo más extraordinario» que implicaba «el gobierno prácticamente despótico de una dependencia por parte de un pueblo libre» [2]. [2]
De este modo, se forjaron modelos de gobierno imperial capaces de frenar el flujo de la influencia corruptora del despotismo en la política metropolitana, así como de ofrecer una forma de gobierno que, en principio, fuera beneficiosa para el pueblo sometido. Y aunque hubo grandes debates sobre qué modelos de ley y gobierno cumplían mejor estos objetivos, en los escritos de Edmund Burke, James Mill y John Stuart Mill existía un intento común de enmarcar estos debates en términos éticos, concretamente en términos de un deber moral concomitante al estatus del poder gobernante como pueblo libre y civilizado.
Noche de pub en la facultad: Áine O’Healy, 16 de marzo de 2021
La democracia estadounidense se encuentra en un peligroso punto de inflexión. El momento requiere un cambio radical de estrategia y apoyo. Sin ese impulso, el país se enfrenta a un retroceso democrático potencialmente tan grave como los que ya se están produciendo en India y Hungría (ambos clasificados ahora sólo como «parcialmente libres» por Freedom House) y el retroceso de casi cien años que se produjo tras la era de la Reconstrucción de Estados Unidos.
Rachel Kleinfeld es investigadora principal del Programa de Democracia, Conflictos y Gobernanza de Carnegie, donde se centra en cuestiones relacionadas con el Estado de Derecho, la seguridad y la gobernanza en países en situación de posconflicto, Estados frágiles y Estados en transición.
La antigüedad y consolidación de la democracia en Estados Unidos proporciona resistencia, pero los estadounidenses no deberían esperar demasiado de la fortaleza histórica del país. Muchas de las leyes que forman las barandillas institucionales se redactaron mal tras la Guerra de Secesión, con lagunas que son fácilmente cuestionables dada la falta de precedentes. Además, la edad del país significa que gran parte de lo que se supone que son leyes e instituciones son, de hecho, simplemente normas. Estas normas se están erosionando rápidamente.
Bernard Keane en Politics in the Pub – El liderazgo liberal
El Proyecto Organising Freedom reúne a líderes organizativos de organizaciones liberales europeas en una serie de actos. El objetivo es compartir y aprender de las prácticas organizativas de los demás, como la gestión de la cooperación, el compromiso de los miembros, la planificación estratégica y la gestión de crisis. El proyecto consiste en una conferencia de varios días que incluye clases magistrales y dos talleres adicionales.
Para la conferencia de Estocolmo se invita a altos dirigentes de organizaciones del mundo liberal a debatir cómo han cambiado sus organizaciones en los últimos dos años. La conferencia se centra en lo que llevaremos con nosotros a la «nueva normalidad».
El mundo se está abriendo. La pandemia que pensábamos que duraría unos meses ha durado más de dos años. Esto nos ha empujado, como organizaciones políticas, a cambiar. Pero ¿cuáles son esos grandes cambios que su organización se ha visto obligada a hacer y, lo que es más importante? ¿Durarán estos cambios cuando el mundo vuelva a abrirse? ¿Cuáles son las mejores prácticas que perdurarán en la nueva normalidad? ¿A qué grandes conflictos y momentos de crisis se ha enfrentado a nivel nacional durante la pandemia, y cómo han cambiado estos momentos a su organización en general? ¿Cómo los ha afrontado a nivel nacional?
Un senador liberal critica a Scott Morrison y lo califica de «autócrata
El término de populismo se ha convertido en uno de los principales conceptos de los análisis y debates políticos actuales. Se hace referencia al término populismo, un concepto principal de la ciencia política contemporánea, con el objetivo de identificar y caracterizar muchos movimientos y actores políticos que son bastante diferentes -incluso opuestos- política e ideológicamente en diversas partes del mundo. Sin embargo, dado que el populismo es en sí mismo un concepto vago y complejo, aún no cuenta con una definición clara y universal. Al tratarse de un término vago, el populismo tiene un rango de uso tan amplio que puede definirse con posiciones políticas totalmente opuestas, en forma de verdadera democracia por un lado, y dictadura fascista por otro. Este estudio pretende analizar el concepto de populismo y determinar su relación con la democracia liberal y el fascismo (dictadura fascista) como dos concepciones y posturas políticas opuestas.